Fiesta de San Fermín de Amiens

La significatica fiesta de San Fermín que vive la localidad de Pamplona, en España, es sin duda una de las más conocidas a nivel internacional . No solo por  las corridas de toros que se realizan en la ciudad, si no por todo el emblema religioso que representa.  

Para conocer la historia de dicha festividad, debemos remontarnos al siglo III, época donde nació Fermín, en la localidad de Pompaelo (actual Pamplona). Era hijo de un Senador Romano pagano, de nombre Firmo.  Probablemente y por lo que se comenta, su padre fue un alto funcionario de la administración romana de Pamplona, y de una noble dama de nombre Eugenia.

Volviendo a la vida de Fermín, la historia cuenta que fue un misionero cristiano, primer Obispo de Amiens, por eso su nombre Fermín de Amiens, cuya iglesia mandó construir, y también es considerado, por tradición oral, primer obispo de Pamplona. 

Se convirtió en patrón de Amiens y Lesaca, y patrón de la diócesis de Pamplona-Tudela, y co patrón de Navara junto con san Francisco Javier. Fue martirizado en Amiens después de bautizar a miles de personas.

Las fiestas de San Fermín se celebran en su honor. Por eso los corredores del encierro le cantan cada día antes de la carrera, en la misma salida de los toros. Hay, además, una gran procesión el día 7 de julio desde las 10.00 de la mañana por todo el casco viejo. De la festividad religiosa a la juerga y la fiesta diaria, éstas no tienen ningún cariz religioso.

¿Por qué se realiza la fiesta? 

La fiesta se remonta a hace varios siglos, y es que ya se celebraban en el año 1186 cuando el obispo de Pamplona Pedro de París recogió en Amiens las reliquias de San Fermín y dispuso que su festividad fuera el 10 de octubre, y tuviera igual rango que la de los apóstoles, tal como lo narra el Diario español AS;

“Casi medio siglo después, en el 1591, las fiestas fueron trasladadas al 7 de julio, por un motivo de feria comercial, ya que era entonces cuando se realizaban danzas, músicas, comedias… por lo que el ayuntamiento solicitó (con éxito) el traslado de la fiesta al 7 de julio, con un mejor tiempo más para fiesta en la calle.”

Sobre el tradicional pañuelo rojo, el Diario comenta que: “La tradición dice que lo puedes llevar anudado al cuello mientras las fiestas está en desarrollo. Es por ello que antes del lanzamiento del txupinazo la gente lo suele llevar en la muñeca, en el bolsillo o en la mano, y cuando los lanzan al aire se inauguran las fiestas. Una vez que empieza la fiesta todo el mundo se lo anuda en el cuello.”